Descartes a Kant, filosofía audiovisual post-apocalíptica
- Jrz Beat
- 28 jun 2020
- 2 Min. de lectura
¿Recuerdas esa época de tu vida cuando disfrutabas del ruido y de las películas de Tarantino? Pues has llegado al lugar indicado, porque este día hablaremos de un grupo que ha logrado contener los males de Pandora en una cajita musical rusa, trayéndonos un proyecto que no se limita a lo auditivo, sino que evoluciona hasta el punto de convertirse en una experiencia, y aquí te explicaremos (o haremos el intento) qué pedo con Descartes a Kant…
Este grupo nace en la ciudad de Guadalajara en el año 2001, actualmente se conforman por tres hombres en la retaguardia (Memo Ibarra, Jorge Chávez y Andro Muñoz) y tres mujeres en el frente (Ana Cristina Moreno, Dafne Carballo y Sandrushka Petrova). Luego de rodar un tiempo en la escena underground, en 2007 darían a conocer su primer álbum “Paper Dolls”, donde introducirían al mundo a su estilo experimental con letras que podrían caer incluso en lo improvisado y sin pudor. Las armoniosas voces de las integrantes vienen acompañadas por una misa negra de sonidos variados y cambios abruptos que zarandean el cerebro desde el primer tema hasta el último.

El éxito mediático del primer material daría pie al grupo para lograr producciones cada vez más megalíticas y espectaculares, con un show en vivo que se asemeja más a una obra de teatro donde cada canción es una representación dramática.
“Il Visore Lunatique” sería su segundo trabajo, y en este se incluirían algunas de sus canciones más características como “La Belle Indifférence” y “You May Kiss The Bride”, una historia de amor sencilla contada de la manera más atípica.
Tal vez sin quererlo, esto daría pie a lo que seguiría para la banda, pues cinco años después nos traerían “Victims of Love Propaganda”, de la mano de Steve Albini, tocando nuevamente la temática del amor por el lado afilado, con temas que develan la mentira que se nos vende como romance ®. De acuerdo con la vocalista, Sandrushka Petrova, el grupo preparaba en este material su producción más ambiciosa, pero por cuestiones de la pandemia únicamente lograrían llevar a cabo una presentación, lo que encaminaría a la banda a encontrar otro medio a través de las redes sociales, donde liberarían el contenido de esta puesta en escena en un formato de mini-serie con dos capítulos por semana.
Definitivamente, el taste que nos ha dejado el grupo por medio de estos capítulos provoca que ya no podamos esperar para poder verlo en vivo y en directo y sabemos que todo lo que bien empieza, bien termina y Descartes a Kant desde sus inicios ha mostrado que saben hacer las cosas bien, a su manera y que todo lo que podemos esperar de ellos es una imperfecta maestría para abrirnos la caja de Pandora y deleitarnos en el caos.
Escrito por: Irám Díaz
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