Frances Ha.
- Jrz Beat
- 30 may 2020
- 2 Min. de lectura
El ritmo de la vida urbana descrita como músicos callejeros vibrantes, auténticos dentro de una ciudad que nació para vivir en blanco y negro; Nueva York, el hogar del tiempo moderno contemporáneo nos abre sus puertas con esta nueva óptica de la vida sin riendas sumergida en una selva de concreto atiborrada de publicidad.

Frances Ha, estrenada allá por el 2013, es un filme independiente dirigido por Noah Baumbach y co-escrito junto a Greta Gerwig, misma que le da vida a Frances, una compleja y extraña bailarina dentro de un agitado mundo real. Con una perspectiva muy similar a Historias de Casados, el filme más reciente de Baumbach, nos toma de la mano para llevarnos dentro de este viaje de autodescubrimiento sobre uno de los pasos más grandes de la vida, ser adulto.
Con una fórmula contemporánea, esta cinta toma la posición de homenajear el estilo inigualable de Woody Allen, siendo de una manera bellamente desarrollada, actualiza esas noches con música de jazz y vino, a un ángulo más modernista donde los sms y las referencias trending ocupan su lugar, sin embargo, ¿Qué hay en esa fórmula que hace apasionarnos tanto a filmes como este?
El simple hecho de sumergirnos dentro de ese existencialismo contemporáneo sobre entender lo que es vivir por tu cuenta y aprender a ser un adulto. Si bien, películas donde teníamos a una escritora de cuentos lésbicos interpretada por una Meryl Streep de largo cabello y a una Diane Keaton corrompiendo los estándares de moda entre el hombre y la mujer, le dieron a un neurótico Woody Allen, la fórmula de la filosofía moderna. Gracias a eso, ese pensamiento evolucionó y se adaptó a nuevos géneros, pero como la misma idea, como por ejemplo Girls de HBO, creado e interpretado por Lena Dunham, quien demostró cómo ese empoderamiento femenino de los setentas creció para ser parte de un estilo de vida actual para muchas chicas independientes.
Si bien, los millennials han descubierto el sentido de madurar con este género, es
interesante como un género, tan particular como este, gane poder entre los cinéfilos existencialistas, dejamos atrás peliculas y series que marcaron nuestra vida como estudiante, los cuentos de la preparatoria se vuelven recuerdos y nadie nos prepara para lo que nos espera en el mundo real. Este tipo de filmes no es precisamente para todos y generaría la tendencia snob sobre lo pretencioso que puede llegar a ser. Aun así, resulta inevitable recomendarla a quienes quieran pasar un buen rato, con música de David Bowie, unos momentos sutiles entre Adam Driver y Michael Zegen, fotografía a blanco y negro y el sin fin de momentos en los que quienes pasamos por esa etapa, podemos llegar a identificarnos.
por Cassandra Gutierrez
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