Grunge y Seattle.
- Jrz Beat
- 2 jul 2020
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Siempre nublado, siempre lluvioso, la ausencia del sol y la idea de un día igual que el otro. Ruidos de guitarra que se desenvuelven en riffs que no alcanzan a ser una rola metalera, pero la esencia es la misma, solo que se cuestiona algo más, ¿Qué diablos hago aquí?
Con la sensación de que todo pronto terminará, una década, un siglo; las emociones eran demasiado volátiles, había ideas de un fin del mundo, de un renacimiento de la era que cambiaría la perspectiva de muchas cosas. Pero no fue así, solo fue un embudo de tiempo que cada vez se hacía más pequeño y asfixiaba la libertad y la sensación de tranquilidad; agregando aquella enfermedad llamada consumismo que venía de unos ochentas bastantes rentables y ahora con las tecnologías más avanzadas tenía mucho potencial. La vida apestaba.
Así nació el grunge, como dentro de una parodia de Los Simpsons, donde ya nada más te importa y pierdes el interés en todo, como una idea de música no tan trascendental como el metal ni tan radical como el punk, solo un rock donde ya nada te importa, solo lo que tienes que decir y lo que quieres representar, sin necesidad de ser una moda o un estilo de vida.

Con ropa holgada, camisas de cuadros, perforaciones en el rostro y simplemente una expresión ausente, así se presentó un género que le dio vida a una juventud que ya no quería esperar nada más que el fin de una era y escapar del sentimiento de querer consumir hasta el último centavo en cualquier tontería que saliera en la televisión. Resulta irónico que al querer alejarse de una moda, esta misma se volviera tendencia, y es que por qué no, una generación de músicos, encabezados por el atormentado Kurt Cobain, comenzaron un mundo musical totalmente diferente a lo que estábamos acostumbrado.
Con melodías abruptas tuvimos la dicha de conocer a un Sonic Youth, quienes jóvenes, representaban lo jodido que era lidiar con la realidad de una manera bastante melodiosa, encontramos la belleza de las cosas con los Smashing Pumpkins y nos ocultamos en la oscuridad con unos góticos que entonaban más en este género como Placebo.
Nos enamoramos de un Eddie Vedder con su voz magistral a la vez que un Chris Cornell (QEPD) se la rifaba con su guitarra. La lista sigue y sigue, la representación de un género no murió, en conjunto con el nu metal, encontró lo que aquella generación necesitaba, simplemente existir.


escrito por: Cassandra Gutierrez
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