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Hijos del Sol

  • Foto del escritor: Jrz Beat
    Jrz Beat
  • 16 jul 2020
  • 3 Min. de lectura

El rock y la música prehispánica han hallado el modo de conectarse a través de las eras y funcionar juntas para deleite de una juventud mexicana en busca de un sonido propio. Lo hemos visto con Caifanes, el ejemplo más claro, quienes colocaron estos elementos en sus canciones, algunas tan icónicas como “Afuera” o “Nubes” son el mejor ejemplo. Grupos como Café Tacvba o Porter pondrían su parte y Zoé querría hacerlo también recientemente con su último LP bajo el sugestivo título de “Aztlán”, pero sería Caifanes, y su posterior grupo spin-off, Jaguares, quienes mantendrían siempre esta imagen haciendo tributo al mundo del poderoso imperio mexica y demás elementos del México antiguo tanto en su música como en su arte.

A pesar de la buena aceptación que recibe este estilo prehispánico por parte del público, resulta siempre arriesgado si no sabe ejecutarse de la manera adecuada. Y es así que hoy en día tenemos a Los Cogelones, un grupo que me cuesta creer que nacieran con este concepto, pero que lo han hecho funcional. El camino que ha decidido seguir este grupo es el de un post-punk prehispánico, bailable, mosheable, con toda la potencia del rock pesado, pero también lo lisérgico de la música natural mexicana. Letras simples, coros como cánticos rituales y cambios abruptos en las canciones hacen de “Hijos del Sol”, su primer LP, un material completo, cada canción cuenta con una identidad propia y al mismo tiempo forma parte de un todo, como escuchar historias ancestrales contadas frente a la fogata, viendo figuras en las llamas.


Como complemento a su material auditivo tenemos la imagen de los integrantes, quienes hacen sus presentaciones visuales vistiendo trajes típicos, como si cada gig se tratara de un ritual. Esto a nivel visual resulta práctico ya que les permite jugar con los conceptos tradicionales y adaptarlos a una nueva generación.


El disco consta de 9 sencillos más un bonus track que sirve como el cierre perfecto para un viaje en motocicleta por las ruinas de Tzintzuntzan. Las primeras canciones nos introducen en el estilo del grupo, “Danza del Sol” nos da la bienvenida a este mundo tan antiguo como moderno, nos invita a adentrarnos en las aguas de los ancestros y abrir nuestros ojos a lo que sigue, lo cual se continua con “¿A dónde Quieres Llegar?” que termina de poner nuestros sentidos alertas a que lo que estamos por escuchar no es algo común, combinando los sonidos naturales con un rock conceptual y crudo.


“Nubes Grises” es, en mi opinión, el track más débil del disco, ya que se presenta como una canción básica sin mucha fuerza que bien podría funcionar como un engaño al oído pues a partir de aquí todo empieza solo a cobrar más fuerza.


Algunas de las canciones más destacables son “Hijos de Puta” y “Yaotecatl”, la primera una manifestación punk que se distingue del resto por el power que muestra y es, sin lugar a dudas, la cúspide afilada del disco, mientras que “Yaotecatl” es una historia que nos induce en el aspecto más profundo del grupo y que es imposible no relacionar con ese estilo caifanero que nos trae tan buenos recuerdos. Pero estos son los Cogelones, y eso nos lo demuestran en la misma canción cuando explotan en gritos tribales y amplifican el sonido para cerrar con una combinación de ambos conceptos y terminar con unas frases en náhuatl. Finalmente nos damos por entendidos de que tratamos con un grupo nuevo, potente y diferente a todo lo que escuchamos antes.


Y esto nos queda completamente claro con la canción homónima del grupo, donde eliminan por completo cualquier comparación y graban su nombre en la piedra base de la pirámide del sol para ser contemplado y apreciado como un concepto único como nunca antes se había escuchado.


El cierre del disco viene con “500 años”, una fiesta de baile, ruido y sonidos de la selva, marcando el momento en que el ritual llega a su culminación y el extásis llega a su punto máximo, toda la naturaleza se une a la fiesta, se rompen las barreras del tiempo y el espacio y todo llega hasta nosotros por medio del fuego y el aire.


Definitivamente estamos ante un fenómeno natural en la música, todos los que alguna vez disfrutamos de esta combinación entre rock y tradición gozaremos ampliamente con este nuevo trabajo musical y de Los Cogelones, una banda que está más allá del tiempo y de la edad.


Escrito por: Irám Diaz

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